Estaba nerviosa cuando decidí cambiarle el aspecto ya que nunca había tapizado nada, pero en mi imaginación lo había hecho más de cien veces...
así que me decidí.
Lo primero fue separar el cojín de la silla y me puse a lijar la silla como loca.
Estaba muy bien encolada y la madera en perfectas condiciones, así que ¡¡a pintar!!.
Cuando se secó, añadí un corazón en la parte trasera (pura coquetería ) y cera blanca por toda la silla.
Y llegó el turno de tapizar... ¡qué ilusión!
Cambié la espuma, y recorté la medida que necesitaba de tela de arpillería que necesitaba para el cojín y le hice el estampado.
Las famosas rayas que tanto me gustan... las pondría en todas las sillas y almohadones de mi casa... (pero soy prudente y no me excedo,n jajaja),
y sobre ellas una plantilla de las de Lucía, una de mis favoritas y ¡ya está! estampado hecho.
Ahora a grapar con mucho cuidado y luego cubrirlo todo con una tela rematada con clavos y silicona,
encima una cinta que lo tape todo y ya tengo mi primer tapizado!!
La silla me encanta... lástima que ya no me queda sitio y no se dónde ponerla!!
Pero lo mío es pura pasión y tengo dos más ya preparadas para darles una nueva vida.
Si alguien se ha enamorado de esta silla igual que lo he hecho yo, está a la venta, que se ponga en contacto conmigo vía e-mail.
Un beso a tod@s y hasta el próximo post.
Mmmmuuuuuaaachhh!!
Con la recuperación de esta silla participo en:
y en:
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